¿Qué es el Ojo Seco?
El término “ojo seco” se aplica para definir aquellas circunstancias en las que existe una mala lubricación del ojo que afecta a la unidad funcional denominada superficie ocular: párpados, película lagrimal, conjuntiva y córnea. El término engloba tanto situaciones de poca cantidad de lágrima, mala calidad o exceso en la evaporación de la misma.
Causas de Ojo Seco
Mala calidad de las lágrimas o disminución de la producción de lágrimas. La mujer tiene mayor probabilidad de desarrollar el ojo seco por razones hormonales vinculadas a la menopausia y el uso de anticonceptivos orales. El medio ambiente incide con fuerza para sentir este malestar, como por ejemplo los espacios con mucha calefacción o excesivamente refrigerados, los lugares cerrados, el humo de cigarrillo, el smog, el clima seco, las zonas de mucho sol, o mucho viento, la contaminación ambiental, y el no parpadear de manera regular, constituyen condiciones nocivas que deterioran la calidad de nuestras lágrimas. La ingesta de ciertos medicamentos, ya que hay fármacos que disminuyen la capacidad natural del organismo para producir lágrimas. El uso durante años, o de muchas horas diarias, de lentes de contacto. Alguna de enfermedad asociada, como Lupus, Artritis Reumatoidea, Síndrome de Sjögren, Rosácea o Blefaritis, o alteraciones anatómicas de los párpados.
Síntomas
Los síntomas que puede percibir una persona con ojo seco son muy diversos, entre los que podemos mencionar el enrojecimiento ocular, ardor, irritación, sensación de arenilla, cansancio ocular, visión borrosa, incomodidad con las lentes de contacto y, aunque suene paradójico, lagrimeo, ya que el ojo provoca una secreción refleja ante una irritación
Diagnóstico
El oftalmólogo, mediante un buen interrogatorio y exámenes específicos, puede diagnosticar síndrome de ojo seco mediante el uso de pruebas para medir la producción y la calidad de las lágrimas. Un examen llamado prueba de Schirmer requiere la colocación de un filtro de tiras de papel debajo del párpado inferior para medir la tasa de producción de la lágrima. Otra forma en que su oftalmólogo puede diagnosticar el ojo seco, es utilizando gotas especiales de colorante en el ojo para evaluar el tiempo de ruptura del film lagrimal y ciertos patrones de coloración que muestren cualquier daño en la superficie de la córnea. Se puede realizar también test de osmolaridad de la lágrima donde se mide contracion de sales que tiene la misma. A su vez existen equipos de alta complejidad tecnológica, donde se puede medir la calidad óptica con patrones de disfunción lagrimal y el estudio anatómico de las glandulas de meibomio, mediante fotos infrarrojas.»